Los perros suelen ser famosos por su inteligencia y rapidez de pensamiento, pero a veces su naturaleza juguetona y traviesa los mete en ap…
Los perros suelen ser famosos por su inteligencia y rapidez de pensamiento, pero a veces su naturaleza juguetona y traviesa los mete en apuros inesperados. Recientemente, en una gran comunidad en línea de amantes de los animales, una persona angustiada compartió una foto de su perro con la cabeza firmemente encajada dentro de un agujero en la pared. El título adjunto decía: “Esta es mi Jackfruit. No sé a qué estaba jugando, pero metió la cabeza ahí y no pudo sacarla. Toda la familia pensó que había salido, pero apareció aquí. Lo intentamos todo, pero tuvimos que romper el muro. Mira su cara; parece que está sonriendo”.
Es un misterio qué buscaba el perro en la calle que le llevó a meter la cabeza en un lugar tan inusual y estrecho. Su juguetona escapada dejó a su dueño dividido entre risas y lágrimas, sabiendo que si no lo rescataban, tal vez tendrían que romper el muro para liberarlo.
A pesar de la desgracia del perro, los internautas no pudieron evitar reírse de la expresión aparentemente alegre de su rostro, incluso en una situación tan incómoda. Thai Son de Phu Yen, el dueño del travieso Jackfruit, compartió: “Jackfruit es un perro de raza mixta de tres años que adopté. En general se porta bien y va al baño en el lugar correcto. Por lo general, por la mañana lo dejo salir para hacer sus necesidades y regresa enseguida”.
Sin embargo, ese día en particular, Jackfruit salió pero nunca regresó. La familia lo buscó por toda la casa, cada vez más preocupada. Después de horas de búsqueda, encontraron Jackfruit atrapado en la cerca detrás de la casa. Sorprendentemente, había estado desaparecido durante tres horas sin emitir ningún sonido. Cuando se dieron cuenta de que no podían sacarle la cabeza, a pesar de sus mejores esfuerzos, la familia decidió romper la pared y luego repararla.
A pesar de su breve experiencia, Jackfruit parecía un poco aturdido pero ileso. Thai Son compartió que cuando Jackfruit regresó a casa, parecía estar pensando: “¿Qué estaba haciendo allí?”. Estuvo holgazaneando hasta las 7 de la tarde, y luego volvió a su ser enérgico, corriendo y jugando como si nada hubiera pasado.
La expresión desconcertada del perro hizo reír a los internautas, recordándoles a todos las travesuras impredecibles y entrañables en las que pueden meterse nuestros amigos peludos.